Termo 01 me hace masaje al lado del hogar y me siento en una película del año del pedo, pero con termo. Por un momento, pienso que me va a besar; pero bueno, no.
Seguimos hablando, nos reímos. Le cuento de algunos chongos del horror. Le cuento, concretamente, del chongo que se quedó dormido adentro mío, con la pija parada.
Se tira en el sillón y se pone un almohadón sobre la cara. Matame, me dice. Apretá el almohadón hasta que no me mueva más. Matame.
Y sí, la verdad lo quiero matar. Pero no hago nada, Termo 01 me inhibe. Qué patético, boluda.
Se sienta en el sillón, estamos cerca; me besa. Re bien, obvio. Termo 01 hace todo bien. Me acaricia el pelo, después las tetas. Me subo encima de él y me froto contra su termo aún oculto. Me cuela los dedos y me jadea despacito.
Dios existe, boludo; y esta es la prueba. Nada de que Dios existe porque si yo tengo la idea de la perfección en mí es porque un ser perfecto la depositó en mí. Nada de Cierro los ojos y pienso en golondrinas, no sé cuántas golondrinas vi pero Dios sí; no no, la única prueba certera de la existencia de Dios es la pija.
Le saco los pantalones y descubro una pija bellísima. Una pija alrededor de la cual no puedo cerrar los dedos. Una pija altamente chupable, una pija para lamer toda la vida.
Se la chupo con devoción hasta que me dice que quiere cogerme. Yo también quiero que me coja; me pongo en cuatro, pero oh magistral sorpresa, antes de meterme el termo me lengüetea bien a fondo la concha y el culo. Este hombre es increíble. Después de esa destacada performance, me agarra de la cola y me coge fuerte ahí, en el sillón.
Termo 01 es altísimo; mucho más alto que yo, obviamente. Me agarra de las tetas y me mete la pijota hasta el fondo, me hace gritar.
Después del primer orgasmo, le saco el forro y le chupo un rato la pija. Quiero que me cojas un poquito más, le digo con la boca llena.
A medida que me sigue cogiendo me gusta cada vez más. Antes de volvérmela a poner, me dice que vayamos a la pieza.
Sobre su cama, viene un rato encima mío; pero después me deja cabalgarlo, de adelante y de atrás. Finalmente, me acuesta boca abajo y me coge así, hasta el fondo. Le digo que me haga acabar de nuevo y lo hace; no sólo eso, en realidad, acaba él también.
Cuando me la saca y se acuesta al lado mío, todavía estoy gimiendo y retorciéndome. Me pregunta si quedé satisfecha, no entiende que sí y que sigo gozando.
Después se me pasa.
Termo 01 tiene el cuerpo calentito y me agarra toda con mucha facilidad. Tiene que ir a trabajar, no como yo que tengo todo el día para dormir y hacerme la paja pensando en él. Después de quedarnos un rato en la cama franeleando, me dan ganas de cogérmelo de nuevo; pero no digo nada porque sé que está cansado.
Me lleva a casa. Mientras estamos en su auto, me manda un SMS Fede 12 preguntándome si necesito masajes. Le respondo que Termo 01 me masajeó la argolla, muchas gracias.
Este pibe desapareció hace más de un mes, le cuento a Termo 01 y resucita un viernes a las 8 del amanecer.
Capaz lo mandó anoche y llegó hoy, razona.
No creo, le digo. Estos tipos son así.
Llegamos. Te quiero ver de nuevo, me gustaría decirle; pero qué poca actitud Lulú sería eso. No le digo nada. Le doy un beso y él también me besa. No quiero decir nada. Hablamos es de chongo de medio pelo. Llamame es de mina que sólo la recibe en las fechas patrias. Decime que te voy a volver a coger, pienso, pero no lo digo. Si hay hambre, que no se note.
Cuidate, me dice él. Es la peor palabra que le podés decir a una mina que te quiere volver a garchar.
"Qué injusticia; mientra a algunos les toca el termo, a otros les toca la bombilla"
Toda una vida para encontrar un chico XL