Todos saben que me gustan los hombres más chicos que yo o, en su defecto, de mi edad. Si está muy bueno -o el hambre apremia- puedo hacer la excepción con alguien un poco más grande. Pero eso es todo.
Un aspirante a termo, con unos cuántos años más que yo, se presentó. Y no accedió a la felicidad termal por varias razones.
Algunos hombres están acostumbrados a tratar con mujeres débiles: solas, incomprendidas, engañadas por la vida. Se acercan a ellas por la carencia. Conmigo vas a aprender, yo te voy a mostrar, yo te voy a ofrecer. Esto hizo cuando me conoció: Tu vida sexual todavía no empezó, me dijo (?). Yo te voy a enseñar a meterte una pija de 20 cm en la boca, hasta el fondo.
Qué craso error, tratar de conquistar a una mujer por lo que (el hombre cree que) no tiene.
Y en todo caso, cuánto más interesante habría sido que me dijera Yo te voy a mostrar cómo hago llegar con mi lengua hasta tus trompas de falopio.
Que se atragante tu abuela, papi.
"Qué injusticia; mientra a algunos les toca el termo, a otros les toca la bombilla"
Toda una vida para encontrar un chico XL