Jueves a la noche. El miércoles víspera de feriado no salí, mañana no laburo; quiero hacer algo.
Hablo con un chongo equis, le digo que quiero salir y me responde que mañana labura bla bla. Lo elimino al toque.
Se conecta Termo 01 al MSN. Le pregunto si labura mañana.
Sí, responde. Pero puedo entrar más tarde, todo bien.
Oh sí.
Me pasa a buscar por casa. Termo 01 es hermoso. No me gustan los tipos más blancos que yo ni los ojos claros, pero este tipo tiene un nivel altísimo de garchabilidad. Te cojo.
Hasta la ropa que tiene puesta me gusta. Vamos a un bar cerca de casa y charlamos durante más de una hora. De sexo, de trabajo, de la vida. Nos reímos. Te cojo, pienso.
Es raro. Aún a esta altura de mi vida me intimidan algunos hombres. Termo 01 me anticipó via MSN que tiene un termo. Además de ser hermoso, es simpático e inteligente. Bueno, estas últimas dos cosas no importan tanto como la primera, digamos simplemente que se auto-parte. El tema es que estando tan bueno él y tan bagartera-manicera yo en mis últimos tiempos, me siento bastante inhibida.
A las 4 de la mañana nos echan del bar. Termo 01 me pregunta si quiero ir a su casa.
Dale, respondo.
"Qué injusticia; mientra a algunos les toca el termo, a otros les toca la bombilla"
Toda una vida para encontrar un chico XL